El Inglés en la búsqueda de empleo

 

-Hello, dear colleagues and friends!

-How are you?.Very good fandango?

 

Mejor sigo en español. Hasta “fandango” con suerte llegamos todos, pero ni yo misma me atrevería a seguir escribiendo en inglés sin consultar el traductor de Google y trescientos diccionarios más. Y aún menos me atrevería a hablarlo.

 

Es por eso que hoy nos visita Pedro Antonio Rodríguez Felipe -profesor de Inglés en Albacete- para poner un poco de luz y camino hacia esa asignatura pendiente, pero tan necesaria para todos, que es el Inglés.

 

Lo primero que Pedro hace es derribar los muros de la resistencia y el miedo, que todos tenemos ante el aprendizaje de este idioma, para mejorar nuestras competencias en la búsqueda de empleo. Y su primer consejo es que encontremos nuestra propia motivación.

Nos explica que el inglés como idioma es más reducido que nuestra propia lengua, más práctico, más compacto. Así que no hay que tenerle tanto miedo.

 

Según nos cuenta Pedro, los españoles estamos a la cola del aprendizaje de idiomas con respecto a nuestros colegas europeos, donde el nivel mínimo que se considera óptimo es el B2.

 

A continuación paso a enumerar algunos de los “tips” que nos ha dado Pedro:

 

  • Ser realistas con nuestro nivel de inglés.
  • Ver películas en inglés subtituladas.
  • Empezar a leer también literatura inglesa. Primero libros sencillos, echando mano, si fuese necesario a los libros de enseñanza secundaria.
  • Localizar lugares donde poder practicar el inglés con nativos. En casi todas las ciudades hay bares o cafeterías donde se organizan encuentros y también existe la posibilidad de interaccionar vía Skype con personas de otros países interesadas en un intercambio de idiomas.
  • Por supuesto, es imprescindible recurrir a la formación para poder obtener la acreditación tan necesaria. Y para ello, nos sugiere la Escuela Oficial de Idiomas, academias privadas o, según su criterio, la UNED como mejor opción, donde tú mismo eliges el nivel que quieres y que acreditas después mediante un examen final. Aunque, ojo, es recomendable que primero hagamos una prueba de nivel para ponernos metas que estén a nuestro alcance.  
  • Nos recomienda que en el curriculum no hagamos referencia a nuestro nivel de inglés a no ser que tengamos una acreditación que podamos incluir, ya que de nos ser así corremos el riesgo de “quedar como paletos”.

     

Realmente Pedro nos convence de que estudiar inglés puede ser divertido. De hecho creo que este taller es el primero que se asemeja más a una reunión de amigos, donde todos colaboramos y opinamos, preguntamos y resolvemos dudas de una forma amena, práctica, y no por ello menos instructiva y provechosa.

 

Continuamos hablando sobre la importancia que el inglés tiene a la hora de viajar fuera de España y sobre la confianza en nosotros mismos que ganamos al dominar una segunda lengua. Añade que saber inglés abre puertas a la cultura y a la información. Por lo que dedicarle diez minutos al día nos puede aportar mucho más que lo que en un principio pensábamos.

 

Finalizamos el taller -que, sin darnos cuenta, se alarga más de lo previsto- con apuntes curiosos sobre las banderas de Inglaterra y América, entre ellos el motivo de su diseño. ¿Se puede pedir más?

Pues Pedro aún nos da más, porque ha sido un privilegio haber disfrutado durante unas horas de un profe tan enrollao, tan directo, tan convincente, tan profesional y tan cercano. De haberlo tenido en nuestros años de estudiante la cosa hubiera sido very different.



Ahora, como él dice, practice, practice, practice.



Nuestra técnica, María, sabía muy bien en manos de quien nos dejaba.  



¡Muchas gracias, María! And thank you very much, Peter! You are one of us!!!

 





Ester Menchero Lara