No hay nada mejor para cerrar un ciclo que reflexionar sobre el camino recorrido, las dificultades superadas, el crecimiento adquirido. La lanzadera supuso la oprtunidad de enfrentarnos a nuestros miedos, creencias y hábitos para salir reforzados, activos, con autoestima y qué mejor que reflejarla en un simple dibujo.
Hoy hemos conocido una técnica que nos ayuda a vernos y reconocernos de un modo muy visual: El árbol de los logros.
Partiendo de la elaboración de tres listas: una de valores, otra de logros y otra de apoyos recibidos, creamos nuestro dibujo.Nosotros somos el árbol, las raíces simbolizan nuestros valores y cualidades, el tronco los apoyos que nos ayudaron en estos 5 meses y los frutos, nuestro logros, aquellos más importantes no importa si fueron grandes o pequeños.
Como nos encanta customizar las técnicas, decidimos añadir el tipo de árbol que pensábamos al dibujarlo, y salieron especies tan distintas como un roble, un manzano, un alcornoque/baobad y una sequoya.
Hemos pasado un momento muy divertido de conversación, mirada crítica, contacto con la realidad de cada uno y salimos sintiéndonos más seguros, fuertes y siendo conscientes de que, igual que un árbol, somos parte de un ecosistema que nos ayuda a seguir firmes, florecer y dar frutos.