Cómo crear tu propia empresa (I)

 

Sabemos que el proceso de creación de una empresa es una tarea difícil,  si no imposible en algunas ocasiones. Y no tanto porque sea compleja en sí mismo, sino por la cantidad de tramitaciones y formalizaciones que hay que realizar con la administración pública.

 

En muchas ocasiones ni siquiera las personas encargadas de orientarnos tienen claro el proceso a realizar, lo que te lleva a una especie de peregrinación con dos resultados posibles: o que te des por vencido o que conviertas el proceso en un reto del que salir airoso para luego contar tu experiencia.

 

Te desvelamos los pasos y ¡comienza la aventura!:

 

1. Proyecto empresarial. Tenemos claro la idea de negocio y nos parece ¡la caña! Pero, ¿has realizado un análisis objetivo y realista del mercado? ¿Te has parado a pensar en las exigencias administrativas tipo convenios, seguros, autorizaciones, impuestos, etc.? ¿Y la financiación? Si la respuesta a todo es no, lo que necesitas son varias herramientas imprescindibles que te va a permitir analizar la oportunidad de  negocio y examinar su viabilidad técnica, económica y financiera: DAFO (http://dafo.ipyme.org/Paginas/Home.aspx), Autodiagnóstico de Actitudes Emprendedoras (http://autodiagnosticos.ipyme.org/emprendedores) y el Plan de Empresa (http://planempresa.ipyme.org/Paginas/Home.aspx). Estas tres herramientas se convertirán en el talismán para impulsarte.

 

2. Elección forma jurídica. Es de las elecciones más farragosas por las repercusiones que luego tienen para la empresa. Número de socios, cuantía del capital social y la responsabilidad frente a terceros. Dependiendo de la forma jurídica escogida habrá que llevar a cabo trámites para la adopción de  la personalidad jurídica y los correspondientes al ejercicio de la actividad. Si no lo tienes claro y no quieres líos, lo mejor es que acudas a un experto o a un Punto de Atención al Emprendedor que hay a lo largo del territorio: http://portal.circe.es/es-ES/pait/Paginas/QueesunPAE.aspx.

 

3. Constitución de la empresa. Inscripción en el registro mercantil, acta notarial, contrato privado con aportaciones comunadas, certificación negativa del nombre de la sociedad, etc. ¿Pero esto no acaba nunca? Los trámites a realizar variarán según la forma jurídica escogida, por lo que es importante asesorarse bien para no incurrir en ningún error y tener todo según marca la ley.

 

4. Inicio de la actividad. Los trámites para la puesta en marcha de una empresa pueden ser generales,  según la actividad, según contratación de trabajadores, complementarios o específicos por sector de actividad. Pero por poco que sean,  habrá que hacerlos como mínimo con el Ayuntamiento, Agencia Tributaria y Tesorería General de la Seguridad Social. Tenerlo todo en regla te va a permitir poder arrancar la actividad de tu empresa, por lo que es recomendable contar con un experto que te oriente, asesore y ayude para que tú te puedas centrar en lo importante.

 

Si estás emprendiendo, ¡ármate de humor!: