Bocanada de aire fresco en el panorama industrial de Cantabria

Ilusión, inversión y planes de futuro son algunos de los aspectos que caracterizan a la fábrica de fibroyeso que la multinacional alemana Fermacell ha puesto en marcha en Orejo.

El grupo aleman ha sido capaz de recuperar un proyecto muerto poniendo en marcha una factoría en la que lleva invertidos más de 22,5 millones de euros y donde ya trabajan 37 personas, una plantilla que se verá ampliada antes de finales de año con un segundo turno. El 85% de los trabajadores son cántabros y muchos de ellos proceden de la antigua GFB, Haulotte y Papelera del Besaya.Sin duda una buena noticia en tiempos de crisis cuya 'puesta de largo' tuvo lugar el 25 de junio y en la que estuvieron presentes miembros del Ejecutivo, directivos de la empresa, trabajadores, administradores concursales y vecinos.

La empresa fabrica fibroyeso de entre 10 y 18 milímetros de espesor y pretende producir hasta 12 millones de metros cuadrados de paneles.