Aprendiendo a comunicar con eficacia

La comunicación tiene una importancia que va más allá del simple hecho de pronunciar palabras. Porque no sólo comunicamos con lo que decimos (7%) sino también con cómo lo decimos (38%) y, sobre todo, con nuestro lenguaje corporal (55%). Y para enseñarnos algunas técnicas hemos tenido el placer de contar con Juan Antonio Jiménez Caballero, director y coach de negocios en Impulso y Evoide.

Para ello partimos de una premisa esencial, la idea de que la actitud es el principal ingrediente del éxito.

Según Juan Antonio, es muy importante la gestión de las emociones en la comunicación. Se entiende que la gestión de las emociones la llevamos a cabo a través de la inteligencia emocional, entendiendo esta como la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar emociones propias y ajenas. Pero cuando desarrollamos esta inteligencia emocional estamos consiguiendo mucho más. Fijaros en el siguiente esquema:

ESTIMULO --> EMOCIÓN + PENSAMIENTO = SENTIMIENTO --> COMPORTAMIENTO

Todo estímulo que recibimos desencadena en nosotros una emoción y unos determinados pensamientos. La unión de ambos generará a su vez un sentimiento y, según el sentimiento que aflore, provocará en nosotros un comportamiento concreto.

Ante esta situación solemos pensar que nosotros no podemos hacer nada, pero no es así. Como bien nos explicó Juan Antonio, nosotros tenemos la libertad de poder actuar en el pensamiento y, a través del aprendizaje, podemos adquirir recursos para saber actuar con diferentes emociones. Por lo que nuestro sentimiento se verá modificado y, por ende, también nuestro comportamiento. Es decir, cuando acudamos por ejemplo a una entrevista de trabajo y el entrevistador nos realice alguna pregunta que nos resulte incomoda, tenemos que ser capaces de que éste no perciba nuestro descontento y, además, saber responderle de la manera más adecuada. Como podéis apreciar, es aquí donde radica la importancia tan comentada de la inteligencia emocional.

Pero no nos quedamos sólo en la teoría, para ver la efectividad de estas técnicas estuvimos realizando diferentes dinámicas de grupo en las que pudimos comprobar, en primera persona, como afectan nuestras emociones y pensamientos a nuestro comportamiento.

Finalmente, Juan Antonio nos enseñó también algunos trucos para conocer el sistema de representación predominante en nuestro interlocutor (visual, auditivo o kinestésico), como una garantía de conectar de manera más eficaz en nuestras comunicaciones. Pero estos trucos nos lo guardamos para nosotros, que nunca se sabe si estas líneas están siendo leídas por nuestro próximo entrevistador.